Fallecimiento de Santiago Ayala

26 años sin El Chúcaro

Nació el 16 de octubre de 1918 en el barrio de San Vicente de la ciudad de Córdoba con el nombre de Segundo Santiago Ayala. Creció como alambrador de campos en Capilla de los Remedios, y no fue hasta los 12 años que aprendió a leer, cuando su abuela Clara lo llevó a la escuela por primera vez.

A partir de su tardía alfabetización, recuperó el tiempo perdido y se convirtió en un lector voraz, llegando a acumular más de 3000 libros en su biblioteca.

Antes de los 20 años comenzó su carrera artística en Córdoba, siendo su primera pareja de baile Irma Rolón

En 1937 decidió probar suerte en Buenos Aires, en una época donde crecía la ola del folklore nacional, y comenzó a trabajar como caricaturista. En ese momento decide adoptar el sobrenombre “El Chúcaro”. Su presencia en las peñas folklóricas porteñas se hizo habitual. Llamaban la atención su porte y la variedad de mudanzas que incluía en el malambo. A una personalísima cadencia para desplazarse por el tablado, le agregaba una actividad complementaria: cuando bajaba del escenario caricaturizaba a los clientes.

Luego de actuar varios meses con una bailarina conocida como Rosita, en 1944 formó el rubro El Chúcaro y la Dolores con la española Dolores Román, siendo una etapa importante en lo artístico y en lo personal la que compartió con Norma Blanca Ré, con quien tuvo dos hijas: Amancay y Gabriela, y a la par ya había creado la Compañía de Arte Folklórico, que sucesivamente se denominó Ballet Folklórico Argentino y luego Ballet Popular Argentino.

En 1953 convoca a Norma Viola, una bailarina clásica recién llegada de Estados Unidos, donde había estudiado danza contemporánea con los célebres Martha Graham y Alvin Ailey. Dueña de una sólida formación académica y también de una fortísima personalidad, Norma se convirtió en la compañera perfecta para Ayala.

El Chúcaro y Norma Viola realizan presentaciones en teatros y él dirige bailes como coreógrafo, al tiempo que su imagen comienza a televisarse y su nombre ya es conocido por todo el territorio argentino y en diversas partes del mundo.

Durante su carrera artística, El Chúcaro diseñó unas ciento sesenta obras coreográficas, de las cuales varias han quedado como coreografías clásicas. Además, participó con notable desempeño como actor teatral bajo la dirección de Elías Alipi y de Enrique Muiño. Actuó en varias películas y trabajó en programas televisivos, uno de éstos conducido por Julio Maharbiz.

En 1998 se declaró el 13 de septiembre como “Día Nacional del Bailarín Folklórico” en conmemoración de su fallecimiento.

Una vez recuperada la democracia a fines de 1983, Ayala comenzó a gestionar un viejo proyecto, la creación de un ballet estatal dedicado exclusivamente al folklore. El proyecto lo concretó en 1986, cuando el Presidente Raúl Alfonsín dictó un decreto-ley creando el Ballet Folklórico Nacional, que dirigió hasta su muerte.

Falleció el 13 de septiembre de 1994, a la edad de 75 años en la ciudad de Buenos Aires. Sus restos fueron trasladados hacia Córdoba, su tierra natal, donde descansan en Cerro Colorado, bajo un viejo árbol.


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